Rumanía

tren Rumanía

Viajar a Rumanía en tren: nuestra experiencia

En esta guía os contaremos nuestro recorrido y andanzas durante un mes por Rumanía. Nuestro viaje en tren por Rumanía. Aunque en un principio teníamos pensado alquilar un coche, la demanda de verano hizo que se disparasen los precios y se saliese del presupuesto del mochilero medio (¡con la ilusión que nos hizo ver meses antes que se alquilaban por 150 euros todo el mes!).

Así que, finalmente, terminamos viajando en tren. Y la verdad que ni tan mal. Rumanía tiene una muy buena red ferroviaria y los trenes son muy cómodos, así que, si como a nosotros, os pasa que os quedáis sin coche, o que sencillamente no queréis alquilar uno y viajar más despreocupados ¡esta es vuestra opción!

Podéis comprar los billetes en las estaciones o bien hacerlo online. Nosotros siempre íbamos a las estaciones y usábamos la app rome2rio para consultar las horas de salida y llegada de los diferentes trenes. Nos funcionó genial.

🔆Primera parada – Bucarest🔆

-El parlamento-

Es el símbolo de la época de Ceaucescu. Este edificio se alza en el centro de la ciudad y es el segundo edificio administrativo más grande del mundo por detrás del Pentágono.

-Espectáculo con fuentes en la plaza Unirii-

Es posible ver este juego de luces, agua y música los fines de semana entre octubre y mayo. Es totalmente gratuito y algo que merece la pena ver.

-Jardines Cismigiu-

La mejor forma de pasar la tarde. Es un parque enorme con un lago en el centro. Podréis pasear, ver el lago y sentaros a descansar en uno de sus bancos para disfrutar de la tranquilidad que se respira.

-Librería Carturesti-

Un imprescindible de las librerías y de Bucarest, aunque tengas el rumano algo oxidado…o inexistente, merece mucho la pena verla por dentro. ¡Pero ojo-cuidado! Hay dos, aseguraos de ir a la grande.

-Oficinas abandonadas del primer periódico de Bucarest-

Si os van los sitios abandonados (como es mi caso) en pleno corazón de la ciudad tenéis estas ruinas que podréis explorar por libre o con guía, aunque en nuestro caso preferimos hacerlo a nuestro aire.

BONUS Dristor kebab. A mí me fliparon, personalmente es de los mejores kebabs que he probado, pero me esforzaré en seguir comprobándolo. Hay varios repartidos por la ciudad y son bastante baratos, así que si os recomiendo que probar uno.

 
🌀 Segunda parada – Sinaia 🌀

-Castillo de peles-

Personalmente uno de mis tops del viaje. El entorno es espectacular y te transporta a épocas pasadas. De hecho, solo el paseo hasta el castillo ya merece la pena. ¡Pero cuidado con los ursi! No nos encontramos ninguno, pero sí con varios carteles avisando de la amenaza de osos por la zona (con lo genial que habría sido ver a uno de lejos…).

-Telesilla a la montaña-

Sinaia tiene buenas pistas de esquí para practicar en invierno, pero el hecho de que le falte la nieve no te detenga. Ya sea en funicular o en telesilla, las vistas del pueblo desde arriba y del resto de la zona son espectaculares. Para nosotros el telesilla es el favorito, ya que, al ser abierto, la sensación de libertad es mayor y, además, puedes subir solo o con otra persona.

BONUS ¡Aquí probamos nuestro primer langos! Y fue amor a primera vista. Un languitos de chocolate con un café es lo mejor que podéis desayunar, y cero culpabilidad, que lo quemareis con las pateadas por Sinaia y alrededores.

 
✺ Tercera parada – Brasov, Bran y Rasnov ✺

Los tres están cerca y hay una línea regular de autobuses para ir de uno a otro, por lo que podéis alojaros en cualquiera de estos tres sitios. Tened en cuenta que el tren para en Brasov y luego tendréis que moveros con buses o coche. Nosotros decidimos quedamos en Bran y no nos arrepentimos.

-Castillo de Drácula-

Aunque Vlad solo pasó su infancia aquí y su castillo se haya en otra parte, lo cierto es que, este se publicita como el castillo de Drácula. Es bastante impresionante, sobre todo de noche. Nosotros no llegamos a entrar porque el holandés errante (ya os contaremos esa historia) nos dijo que no merecía mucho la pena verlo por dentro. Entre eso, y que al llegar vimos la cola de dos horas solo para comprar la entrada (literal), preferimos usar el tiempo para ver otras cosas. Justo al lado del castillo hay una recreación de los pueblos de la época de Vlad. Son cuatro casas, pero si paseáis por la zona no está de más verlo.

-Reserva de osos-

A no mucha distancia de Bran (aunque también podéis ir desde Rasnov o desde Brasov) hay una reserva de osos rescatados de circos, televisión e incluso de un restaurante (porque sí, un tío decidió que era buena idea tener un oso encadenado en la entrada de su restaurante). Tienen mucho espacio y están bien cuidados, además aquí somos nosotros los que andamos por un pequeño camino mientras los osos disfrutan de zonas amplias para hacer sus cosas de osos. Porque recordemos que esto es una reserva, no un zoo.

-Fortaleza de Rasnov-

Este pueblo es una pequeña localidad y su principal atractivo es su fortaleza. Corona la colina más alta del pueblo y está bastante bien conservada, pudiendo apreciar cómo se vivía en aquella época dentro de una fortaleza. Su interior aún conserva gran parte de las casas que la componían.

-Brasov-

La plaza principal. Brasov es de esos sitios en los que merece la pena perderse por sus calles. Su encanto se basa en lo más básico, ser como es. La plaza está en el centro del pueblo y junto a ella se alza la iglesia negra. Pasear por las calles, ver sus casas y detenerse a comer en alguno de sus restaurantes es el atractivo principal del pueblo. A nosotros con un día nos bastó. Pero si os gusta mucho la ciudad, podéis verla más tranquilos y alojaros allí.

-Telesilla al monte Tampa-

Como fans de los telesillas (telesilla que vemos, telesilla al que queremos subir) siempre lo recomendamos. Es un buen complemento a la visita al pueblo, primero lo ves a pie de calle y luego desde las alturas.

 
👣 Cuarta parada – Baile Tusnad 👣

-Lago Santa Ana-

Este lago se encuentra en un antiguo cráter volcánico. Es espectacular pasear por su orilla y rodearlo. Para llegar a él, desde Baile Tusnad, tendréis que, o bien conseguir un coche (nosotros no tuvimos éxito ahí) o bien subir con un coche-trenecito que sale del centro de turismo. Siempre tenéis la opción del taxi, pero es más cara que la del trenecito, además este, al ir despacio, te deja apreciar mucho más el entorno.

Personalmente creo que se disfruta más que un coche. Y, por supuesto, también tenéis disponible la clásica opción de ir a pata. Es un paseo largo, pero también es precioso. Si no os decidís, os recomendamos subir en el trenecito y volver a Baile Tusnad caminando (aunque os recomendamos hacerlo con tiempo, porque no conviene bajar andando al caer el sol ya que es zona de osos).

-Lago central del pueblo

Es una zona bonita y tranquila para pasear. Es menos espectacular que el lago santa Ana, pero, si te alojas en Baile Tusnad, no puedes dejar pasar la oportunidad de dar un paseo por el pueblo y sentarte a descansar delante del lago.

-Termas-

Baile Tusnad es famosa por sus termas. Nosotros fuimos a hacer el mini trekking por el lago Santa Ana y no nos dio tiempo, pero tened en cuenta, que esta zona es punto de reunión por sus aguas termales y su agua mineral.

BONUS Hay un pequeño puesto de kurtoskalaks y langos en el pueblo (solo hay uno y está en la calle principal frente a uno de los supermercados). Y, cómo no, están buenísimos. Para desayunar podéis pedir un café en una cafetería que hay al lado y disfrutarlo con un langos de chocolate.

 
🔅 Quinta parada – Cluj Napoca 🔅

-Plaza principal

Pasear por el casco histórico de la ciudad más grande del norte de rumana no podría tener más encanto. Cuenta con una calle iluminada con bombillas colgante que crean una imagen única. Además, está en la zona de bares y restaurantes, por lo que ir a cenar o a tomar algo por la noche es la opción ideal. Está muy cerca de la plaza principal.

-Salina Turda-

Esta mina de sal se encuentra en un municipio cercano a Cluj, en Turda concretamente. En su interior han construido una noria y espacios de ocio a lo miniparque de atracciones con bolos, anfiteatro…etc. También os contarán un poco de la historia de cómo extraían la sal. En ese sentido no es tan impresionante como las minas de sal de Wieliczka en Polonia (que la recomendaría como visita obligatoria, de verdad, son enormes y parecen una ciudad enana del señor de los anillos). Pero si no habéis visto ninguna y tenéis tiempo, es buena opción. Salen buses desde Cluj a diario.

BONUS En la calle de las luces hay una pequeña tienda, nada más entrar, que vende Palanet. Están increíbles (sobre todo el de patata y el de chocolate), si no los catáis os arrepentiréis, creedme.

 
💠 Sexta parada – Sighisoara 💠

Sin duda, para mí, uno de los tops. ¿Qué ver en esta parada? La ciudad amurallada de la colina, que es el casco antiguo de Sighisoara. Es impresionante. Te transporta a otra época, parece sacada de una novela de la saga The witcher. Perderse por sus calles y subir a la torre del reloj para tener vistas de toda la ciudad y el valle es mágico. Además, podréis ver en funcionamiento el mecanismo del reloj en la torre. Os recomiendo quedaros o subir cuando vayan a ser horas en punto para poder disfrutar el movimiento de los engranajes por dentro.

Por otro lado, subimos la escalera de los estudiantes (un túnel de madera que lleva a la iglesia). Lo visitamos de noche y paseamos por los alrededores de la iglesia y por el cementerio (¿si vas a pasear por un cementerio que hay más peliculero que hacerlo de noche?).


En Sighisoara también está la supuesta casa de Vlad Tepes (Drácula para los amigos), pero decidimos no entrar por lo cutre que parecía. Hay un restaurante y un señor vestido con el típico disfraz de Drácula de la teletienda que sale de un ataúd a asustarte. No hacen demasiado hincapié en la historia, por lo que es recomendable solo si quieres echarte unas risas.

BONUS Aquí está uno de los restaurantes que más nos gustó y que tiene uno de los horarios más flexibles para Rumania, el restaurante Casa Ferdinand. Os recomiendo probar la ciorba de noche. Esa sopa que viene dentro de un pan está increíble. También me di el lujo de probar el pato y también estaba buenísimo, este sitio no decepciona.

 
💮 Séptima parada – Sibiu 💮

El encanto de esta ciudad se basa, de nuevo, en su casco histórico. La plaza principal y las calles que lo rodean, sin ser Sighisoara (según mi opinión, ojo, que luego lo mismo os gusta más) son geniales para pasear y para sacar algún que otro fotón. Además, en la plaza principal, suele haber un mercado de artesanía y fue el punto donde decidimos hacernos con los regalos para la family.

BONUS No dejéis de probar los dulces de las pastelerías como los canutos rellenos de crema o chocolate (no me hagáis la broma xD). Están increíbles y son baratos. También tienen cosas saladas para comer, y podéis hacer la «trampa» de comprarlas y sentaros a comerlo en algún McDonald con su WIFI.

 
✧ Octava parada – Deva ✧

En primer lugar, aclarar que elegimos Deva para quedarnos por su proximidad al monasterio de Carta y por su centro de alto rendimiento, en el que entreno Nadia Comaneci (Tess es super fan). No es posible visitar el centro por dentro, pero si podrás pasear por fuera y ver los bustos de las atletas olímpicas que triunfaron tras entrenar aquí.

Además, tiene una fortaleza que corona su colina más alta a la que se sube por un funicular.

-Monasterio de Carta

Os suena, ¿verdad? Pues sí, es el monasterio de la peli de La Monja. Dentro podréis ver reconstrucciones de algunas estancias, así como de las mazmorras. A mí la visita me encanto. Lo que la hizo aún más mágica fue un señor vestido con armadura. Claramente estaba cansado de hacer sus movidas de caballero y se puso a tocar la guitarra. Tocaba melodías de estilo medieval y le dio un ambientazo genial a la visita. Si fuera por mí, ese hombre trabajaría de músico y no esperando para hacerse alguna foto con los turistas sujetando la espada. De verdad que chapó para él.

 
❀ Novena parada – Constanza ❀

Esta ciudad, situada a orillas del Mar Negro, es el sitio de vacaciones con playa para los rumanos. Personalmente, las playas no merecen mucho la pena. La playa no es de las más bonitas había muchísimas de medusas, aunque quizás fuera por la época del año. Si queréis visitar Constanza porque tenéis tiempo o sencillamente porque os apetece, recomiendo dar un paseo por el muelle y contemplar el casino abandonado. Me temo que lo están remodelando porque fue imposible colarse a verlo por dentro. También podéis pasear por las playas y por el embarcadero que encontraréis y veréis desde la propia playa. No tiene mucho más, es típica ciudad con playa.

Después de Constanza volvimos a Bucarest con la idea de volver a España, peeeero…nuestra ruta nos acabó llevando a pasar el día en Roma, aunque esa es otra historia.

comer en Rumanía

Todo lo que comer en Rumanía y dónde

Poco se conoce la gastronomía de Rumanía. Es una cocina con una gran mezcla de influencias culinarias de otros países. En parte, debido a la historia del país. Esta influencia es principalmente rusa, turca, francesa y húngara. Antes de viajar allí, seguramente al igual que tú, no conocía nada de ella. Eso cambió cuando me puse a investigar en internet y comencé a ver todo lo que comer en Rumanía y su gran cantidad de platos exóticos para alguien de España.

Después de tanto investigar y, sobre todo, después de estar un mes en Rumanía probando sus sabores; os traigo una recopilación de aquellos que más me gustaron. Sin duda, en cuanto vuelva al país, los volveré a probar.

1. Sarmale

 

No puedes pasar por Rumanía sin probar estos rollitos de col rellenos de carne y arroz. Normalmente se acompañan con nata agria y puré de polenta. Te consejo combinar los rollitos de sarmale con estos dos acompañamientos. El sabor será mucho mejor.

¿Dónde comerlo? La primera vez que los probé fue en Casa Ferdinand. Es un restaurante situado en Sighisoara. Estoy segura de que si visitas Rumanía pasarás por esta ciudad. Así que no te lo pierdas. Fue el restaurante que más nos gustó de Rumanía.

2. Papanasi

 

Sin duda mis favoritos de Rumanía. Estos donuts fritos acompañados de nata agria y mermelada de frutos rojos te encantarán. Y no sólo por su sabor dulce, si no también por su presentación. Era de las cosas que más ganas tenía de probar y me encantaron.

¿Dónde comerlo? En Casa Ferdinand hacen su versión un tanto particular, que también está muy buena. Pero si quieres probar los típicos, el sitio que más me gustó fue Restaurante Burg. Se encuentra en Bran. Estoy segura de que también pasarás por allí. Es donde se encuentra el supuesto castillo de Drácula.

3. Palanet

 

El mejor tentempié para el camino. Es una especie de masa de pan blandita con forma circular rellena de infinidad de sabores. Los hay de chocolate, de patata, de queso, de mermelada… Dulces y salados, de todos los tipos. Mi favorito fue el de patata.

¿Dónde comerlo? Sólo los encontrarás en una ciudad, en Cluj Napoca. Y fueron nuestro acompañante perfecto para un día de tren y de cambio de ciudad. Los encontrarás en la calle Matei Corvin.

4. Kurtoskalaks

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Estos ocupan el segundo lugar en mi lista de favoritos. No sólo son típicos de Rumanía, también lo son de Hungría. Su traducción sería “pastel de chimenea” debido a su forma cilíndrica. Por fuera se decora con varios tipos de alimentos: canela, azúcar, nueces, chocolate… Mi favorito es el de azúcar.

¿Dónde comerlo? Aquí os voy a dar dos recomendaciones. Una es el puesto Karoly Kurtoskalaks, que lo podéis encontrar en ciudades como Sinaia, Bucarest o Constanza. Y otra es un pequeño puesto en el pueblo de Biale Tusnad. No hace falta que os especifique cual, es un pueblecito muy pequeño y sólo hay uno.

5. Langos

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Fue el descubrimiento del viaje y nuestro desayuno la mayoría de los días. Esta masa parecida a los churros españoles se combina con multitud de sabores. El más típico es el de nata agria con queso. Pero yo me decanté por el sabor dulce, el de chocolate. Con un café te dará la energía que necesitas para seguir con el viaje.

¿Dónde comerlo? Los mejores sin duda son, de nuevo, en el puesto Karoly Kurtoskalaks. Probamos varios sitios y este es sin duda nuestro favorito.

6. Ciorba

¿Una sopa bien calentita para cenar? ¡NO! No hagas como nosotros y pídela a la hora de comer. Por la noche no la preparan. Lo más exótico es pedirla dentro de una hogaza de pan. Os aseguro que está muy buena y es toda una experiencia.

¿Dónde comerla? De nuevo, en Casa Ferdinand la hacen buenísima.

7. Covrigi

Su traducción sería “begel” o panecillo. Son como una especie de rosquillas grandes rellenas. También existe su versión salada y dulce. Nosotros con un café nos quedamos tan a gusto.

¿Dónde comerlos? En Sibiu en la calle Nicolae Balcescu encontrarás muchas pastelerías que los venden.

8. Gogosi

Una especie de calzone pero más pequeño. Así es el gogosi rumano. No sé muy bien la traducción. Pero esa palabra es la que ponía en los cartelitos de la pastelería. De nuevo es una gran opción de desayuno o de tentempié. Los puedes encontrar dulces o salados.

¿Dónde comerlos? De nuevo también en Sibiu en la misma calle.

9. Un extra no típico

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Y por último, aunque no sea típico, os traigo un sitio que os encantará. Un sitio de tortitas que te dejará con la boca abierta… aunque no por mucho tiempo. Yep and Yo se encuentra también en Cluj Napoca y sirven unas tortitas enormes por un precio de risa. Además te lo preparan delante de ti. El lugar está muy bien decorado y el café está muy bueno. Ideal para un desayuno enérgico viajero.

Si decides viajar al país no te puedes perder nuestro artículo sobre viajar a Rumanía en tren por libre. Experimentar este desconocido país es una experiencia maravillosa.